Gomez Navarro señaló que, tras varias reunionescon los sectores implicados -pequeños comerciantes, consumidores y grandes superficies-, el Ministerio de Comercio ha conseguido un principio de acuerdo sobre los horarios, que se fijarían en torno a las 72 horas semanales de lunes a sábados, aunque reconoció que aún no existe un acuerdo respecto a la apertura dominical.

Reiteró que el Ejecutivo considera necesario apoyar al pequeño comercio, por lo que está dispuesto a elaborar una ley que regule los aspectos esenciales y básicos de la actividad comecial.

El ministro subrayó que, dado que la ley afectará a más de 2,5 millones de personas que trabajan en el sector y al cien por cien de los consumidores, la Administración intentará alcanzar el mayor consenso posible antes de su puesta en marcha.

"Creemos que es una ley que requiere un respaldo social y un gran consenso político. Requiere la tranquilidad y el tiempo necesario para conseguir ese consenso", explicó.

Asimismo, indicó que mientras se elabora la ley, el Ejecutivo regulará de foma experimental el funcionamiento de los horarios comerciales y las aperturas dominicales para 1994.