Fuentes gubernamentales consideran que se trata de una iniciativa de Aragonès como candidato de ERC para “confrontar” con el PSC, que las encuestas mantienen como primera fuerzas política, y para distanciarse del Gobierno central con el que identifican al candidato socialista, Salvador Illa.

Precisamente, en los pasillos del Congreso, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministro de Hacienda, María Jesús Montero, defendió que van a “impulsar un nuevo modelo de financiación autonómica que dé los recursos suficientes a Cataluña y al resto de comunidades autónomas para que los servicios sean de calidad vivan donde vivan los españoles y pertenezcan al territorio que pertenezcan”.

Pero que, agregó, “ese modelo estará siempre en el perímetro de la Constitución dentro de la Constitución y de los estatutos de autonomía de cada uno de los territorios que evidentemente hay que respetarlos”.

“La campaña está servida”, sentencian fuentes del Ejecutivo que admiten desconocer el detalle de la propuesta más que por lo que publicado en los medios de comunicación porque Aragonés no ha remitido copia alguna al Gobierno.

En este contexto catalán, en el PSOE admiten que no entienden la posición ni la estrategia que está desarrollando los comunes porque, además de no apoyar los presupuestos de la Generalitat y que ha provocado el adelanto electoral, ahora también rechazan los del Ayuntamiento de Barcelona.

Enmarcando esta cuestión en la autonomía que la líder de Sumar y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, asegura que a las formaciones que conforman su coalición, en el PSOE ven que igual a ella en Cataluña no le han hecho caso en la necesidad de la búsqueda de acuerdos. Al tiempo que observan cierta “nostalgia” en la líder de los comunes, Ada Colau, derivada de su pérdida de todo poder institucional y visos de que esta formación quiere atraer votantes de la CUP.