Castellano realizó estas declaraciones durante su visita a las instalaciones del punto de vigilancia de la Sierra de Maigmó en Tibi, donde destacó que las brigadas de emergencia de la Generalitat "siempre están preparadas para actuar ante cualquier posible incendio forestal y nunca bajan la guardia".

Asimismo, recordó que la Generalitat se personará en las causas de incendios forestales provocados o por negligencia, como ya ha hecho con el de Vall d'Alcalà y Onda, y que seguirá solicitando un endurecimiento de las penas para los pirómanos en el Código Penal.

De este modo, aseguró que la nueva Ley de Protección Civil y Gestión de Emergencias, en la que trabaja la Consejería de Gobernación, contemplará que los causantes de los incendios tanto por negligencia como por intencionalidad, costeen los gastos de la extinción.

Otra novedad importante que se recoge en la Ley es la creación de la Unidad de Brigadas de Emergencias (UBE), queintegrará todas las brigadas de emergencias y supondrá un paso más en la organización y estructura de las mismas.

En este sentido, señaló que las brigadas de emergencia realizan rutas de vigilancia a pie de monte, así como rutas de vigilancia estáticas que son aquellas que se realizan en los 200 puntos de vigilancia, repartidos a lo largo y ancho de la Comunidad.

A ellas, hay que añadir la vigilancia aérea de los aviones de la Generalitat que este año, además, cuentan con tres cámaras de infrarrojos que permiten detectar los puntos calientes de suelo. Por otra parte, se han extremado las patrullas de vigilancia de la Policía de la Generalitat en los días de condiciones meteorológicas extremas.

Respecto a los efectivos para la campaña de prevención y extinción de incendios de este año un total de 12.000 efectivos conforman el dispositivo. En concreto, 74 Brigadas de Emergencia, 47 autobombas forestales y 23 medios aéreos (13 aviones y 10 helicópteros, seis de ellos con brigada helitransportada).

Asimismo, el consejero recordó que del 22 al 26 de julio de este año, la Comunidad sufrió 15 incendios forestales que afectaron a un total de 1.589 hectáreas, siendo el de La Vall de L'Alcalà-Vall de La Gallinera con 545 y el de Segorbe con 900 hectáreas los de mayor relevancia.