Desde hace tiempo, la Catedral de Getafe sufre movimientos estructurales por la aparición de grietas en su fachada principal, el coro, la primera crujía, sus dos torres y los contrafuertes.

Igualmente, se han observado daños en las naves en forma de fisuras longitudinales que recorren el edificio en la zona de contacto con el muro y la bóveda, situación que obedece a la inestabilidad de la base de la cimentación de la catedral por su carácter arcilloso.

Debido a esta circunstancia, las tareas de rehabilitación, encargadas por la dirección general de Patrimonio Histórico a la empresa pública Arproma, consisten en el recalce de la cimentación mediante "micropilotes", con lo que se pretende evitar la formación de grietas en las bóvedas.

Durante las obras de recalce se introducirán "micropilotes" de acero de ocho metros por debajo de la cimentación de todo el perímetro de la catedral, hasta llegar a una capa de cimentación más estable.

De este modo, el proyecto plantea la corrección de las tensiones del terreno mediante la mejora de su capacidad portante, lo que evitará que progrese la aparición de grietas en el futuro. Esta primera actuación cuenta con un presupuesto que ronda el millón de euros y una duración de 4 meses.

La segunda fase de la restauración comprenderá la remodelación completa del interior de la iglesia, actuando sobre los solados, bóvedas, vidrieras, paramentos, iluminación y el resto de instalaciones. Está previsto que, tras finalizar los trabajos de recalce y restauración, el templo podrá quedar abierto al público a principios de 2007.