En total, se estima que 21,5 millones de árboles frutales podrían perderse durante las próximas campañas, lo que supondrá unas pérdidas económicas de unos 3.500 millones de euros en los próximos cuatro años, según los regantes del Acueducto Tajo- Segura.

Un árbol frutal tarda de tres a cuatro años en producir, por lo que las consecuencias de los daños actuales por la falta de agua se dejarán sentir durante varios años. Los inspectores de la comunidad indicaron que los cultivos de Mula, Cieza, Campo de Cartagena, Lorca y la zona de Beniel están siendo los más afectados por la falta de agua.

El Gobierno murciano aseguró que la decisión del Consejo de Ministros de trasvasar sólo 43 hectómetros cúbicos (hm3) para riego de los 120 hm3 que pedían los agricultores, supondrá la pérdida de 65.000 hectáreas de arbolado verde, en una zona de España que padece el avance del desierto.

A esta situación se suma, según el Ejecutivo regional, la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos y pozos, que jusficaban la aportación de agua procedente de otras cuencas. Recordó que la agricultura murciana, alicantina y almeriense representa el 70% y el 92% de las exportaciones españolas de frutas y hortalizas a terceros países, lo que demuestra la importancia de este sector en la balanza comercial de España.

Además, 70.000 familias están llamadas a la precariedad tras la última decisión del Gobierno central de trasvasar sólo un tercio de la cantidad que solicitaban los regantes. Según sus cálculos, podrían perderse 33.000 empleos directos, la mayoría mano de obra inmigrante.

MANIFESTACION

El consejero de Agricultura y Agua de la Comunidad de Murcia, Antonio Cerdá, recordó esta semana que "el Gobierno regional siempre ha manifestado que estará donde esté la sociedad murciana, y la sociedad ha comprendido que ésta ha sido la decisión más insolidaria, dañina y sectaria que jamás haya cometido un Gobierno contra los intereses de la Región tras la derogación del trasvase del Ebro".

Por ello, apoyará la manifestación que agricultores y regantes han convocado en Murcia para el próximo 14 de julio. Cerdá explicó que los regantes del Acueducto Tajo-Segura ya han reducido a la mitad su producción del último año, pasando la producción de cítricos de 1.147.000 toneladas a 420.000 toneladas, mientras que la producción de los frutales ha bajado de 808.000 a 429.000 toneladas.

Lo mismo ha ocurrido con los cultivos hortícolas, cuya producción ha bajado de 1.071.000 a 587.000 toneladas. Indicó que todo ello ha provocado que los empleos fijos se hayan reducido a la mitad (de 86.000 a 43.000), y que la renta agraria haya disminuido a más de la mitad.