La sustitución de los carburantes derivados del petróleo por los obtenidos de este tipos de aceites está empezando a extenderse en varios países europeos con el fín de producir fuentes de energía propia que reducen, además, las emisiones contaminantes. Por otra parte, el empleo de estos carburantes en automoción (biodiesel) puede hacerse de forma directa, aunque también se utilizan mezclas.

Los beneficios fiscales que se otorgan para la btención de este tipo de carburante abre la posibilidad de que algunos agricultores destinen al cultivo de estas oleaginosas diversas tierras que, de lo contrario, deberían dejarse improductivas, como consecuencia de las reformas de la Política Agraria Común sobre cultivos herbáceos realizada por la CE, incluso sin perder la compensación por la retirada.

Estos cultivos podrán sembrarse ya a partir del próximo otoño, mediante un contrato con las empresas extractoras que serán las que faciliten el aceit a las plantas transformadoras que lo convertirán en biocarburantes.