Los 17.000 empleados de la administración foral y municipal de la región percibieron a finales del mes pasado, en la nómina de febrero, el incremento retributivo del 2,6 por ciento fijado en los Presupuestos regionales, aprobados con el respaldo del PSOE.

El aumento no pudo hacerse efectivo en la nómina de enero por el rtraso que la crisis política que atravesó la comunidad navarra provocó en la tramitación de los Presupuestos regionales, por lo que la subida se aplica con efectos retroactivos desde el primer mes del año, según informaron a Servimedia fuentes del Ejecutivo navarro.

El navarro se convierte así en el único Ejecutivo autónomo que ha pasado por alto la congelación salarial fijada en los Presupuestos del Estado para 1997, durante cuya tramitación los responsables del Gobierno central anunciaron que recurrrían ante los tribunales cualquier violación de la congelación.

OTROS CASOS

Por otra parte, el Gobierno vasco mantiene su propósito de aplicar una subida, más modesta que la del navarro, con cargo a una partida de productividad de 5.900 millones de pesetas (lo que supone un incremento medio inferior a la inflación prevista), pero ese incremento no será efectivo hasta que se cierre la negociación de los convenios de la administración autonómica, hacia el mes de junio.

En el ámbito provincial, elConsejo Insular de Mallorca también aplicará un incremento, del 2,6 por ciento, con cargo a una reclasificación profesional de sus 806 funcionarios, pero tampoco se hará efectiva hasta mediados de año. Este organismo está controlado por el PSOE, el Partido Socialista de Mallorca y Unió Mallorquina, que desbancaron al PP tras las últimas elecciones autonómicas.

Un caso más curioso es el de la Diputación Provincial de Ciudad Real, que preside el secretario regional del Partido Popular de Castilla-La Manha, Jesús Garrido. Este organismo aprobó una reclasificación profesional que suponía un aumento retributivo del 14,8 por ciento entre 1996 y 1997, pero decidió desembolsar todo el incremento con cargo al año pasado para evitar las complicaciones que se derivarían de romper la congelación salarial.