El consejero navarro de Economía y Hacienda, José María Aracama, ha indicado hoy que esta rebaja no es la medida más importante de la reforma fiscal que pretende su gabinete y que, pese a todo, intentará alcanzar un acuerdo en la negociación con el resto de formaciones políticas.

El anuncio de esta medida fue respondido por el Gobierno central y por varias comunidades autónomas, que advirtieron que, de llevarse a efecto, la recurrirían por anticonstitucional ane los tribunales de justicia. El Ejecutivo foral ha venido insistiendo en que esta comunidad tiene potestad para modificar el tipo del impuesto de sociedades, como ya hicieran las diputaciones vascas.

El Ejecutivo de UPN, para el que la rebaja del impuesto de sociedades continúa siendo una medida oportuna de cara a atraer inversiones a Navarra, no hace de ello una cuestión irrenunciable tras las críticas vertidas por el resto de partidos que, estiman, es una ayuda a las empresas sin contrapartidas.

En el caso de que, tras las negociaciones con los grupos, se desprenda que el proyecto no puede salir adelante -dado que el Gobierno de UPN está en minoría parlamentaria- éste se retirará.

Para Aracama, "las empresas navarras, además del tipo del impuesto de sociedades, van a mirar otras cosas: El resto de ayudas que en el pago del impuesto van a repercutir mucho más que lo que es el tipo en si".