En una declaración emitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el Gobierno condena "la agresión sufrida por miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera que intervenían en una operación de lucha contra el contrabando en territorio y aguas españolas cercanas al Peñón de Gibraltar, con resultado de heridas graves".

Asimismo, rechaza "tajantemente los términos de la declaración conjunta emitida hoy por representantes del Gobierno británico en relación con el incidente, así como las pretensiones sobre una supuesta soberanía británica sobre el territorio y aguas de Gibraltar recogidas en ella. Este Declaración resulta especialmente incomprensible en el momento en el que España ha puesto sobre la mesa un acuerdo para crear una zona de prosperidad compartida".

Finalmente, el Gobierno exige "medidas eficaces de lucha contra el contrabando que perjudica a toda la zona y desea a los agentes españoles sus deseos de pronta recuperación".

Los hechos se produjeron en la madrugada del jueves. Según ha trascendido, los agentes viajaban en un patrullero con sede en Algeciras que detectó sobre las cinco de la mañana una embarcación a toda velocidad. Tras eludir la orden de detención, los dos agentes heridos partieron en una lancha auxiliar para perseguir la embarcación, pero sufrieron un fallo en los motores.

El bote quedó varado en la playa del levante de Gibraltar, donde se encontraba una colla. El grupo de traficantes respondió a la presencia de los agentes con pedradas y los funcionarios se vieron obligados a volver al mar y buscar refugio en el patrullero. Según informó la Asociación de Funcionarios de Vigilancia Aduanera del Campo de Gibraltar (AFVA), ambos sufrieron fracturas en distintas partes de la cara y uno de ellos se encuentra ingresado a la espera de cirugía por la gravedad de sus heridas.