La condición de víctima del terrorismo estaba en cuestión en este caso porque, al parecer, el tiroteo en el que el guardia civil español resultó herido se entabló con delincuentes comunes en el curso del registro a una vivienda. Al Hamza está considerado el principal foco de delincuencia organizada de la provincia de Diwaniya, bajo responsabilidad de las fuerzas españolas.

La vivienda que se estaa registrando pertenecía a un conocido delincuente de la región, miembro de uno de los grupos mafiosos que han proliferado en la zona desde que se dio por terminada la guerra en Iraq. Antes de que finalizara el registro, un coche paró delante de la vivienda y, al detectar fuerzas uniformadas, se dio a la fuga. Tras una breve persecución, se produjo el tirotero en el que el comandante español resultó herido.

Hasta el momento, todas las víctimas mortales españolas en Iraq han tenido la consideración de íctimas del terrorismo y el Ejecutivo ha decidido mantener este criterio en relación al comandante Pérez García. El decreto correspondiente deberá ser aprobado en una de las cinco reuniones del Consejo de Ministros que restan antes de las elecciones generales del 14 de marzo.

Su viuda, María Luisa Fernández, y sus hijas, de 9, 12 y 15 años, recibirán una indemnización de alrededor de 13.000 euros (algo más de 21 millones de pesetas) y la condecoración que se concede a las víctimas del terrorismo por s lucha en favor de la libertad y de los valores democráticos.

En el transcurso del fueneral por el comandate, celebrado el pasado jueves en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, ya le fueron concedidas la Gran Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo y la Gran Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo.