Este documento, cuyo borrador presentó Serra en una de las primeras reuniones que mantuvo el Gobierno este año, establece las líneas básicas de la política española de defensa a corto y medio plazo.

El Libro Blanco de la Defensa destaca que, antes del año2015, "no se prevé un conflicto generalizado, sino un tipo de conflictos limitados, tanto locales como de otras características", pero en ningún caso del estilo de las dos guerras mundiales de este siglo.

El Gobierno español hace especial hincapié en la necesidad de dotar de los suficientes medios humanos y materiales a las Fuerzas Armadas para poder hacer frente con garantías de éxito a las misiones que se cree que serán las más habituales a corto y medio plazo: conflictos localizados o regionales (fera del ámbito de la OTAN) y labores de pacificación.

Por tanto, la dimensión prevista por Defensa en el Libro Blanco para el Ejército español, tanto en relación con el número de efectivos como de la capacidad armamentística se calculará en función de este tipo de misiones y no ante la posibilidad de que se produzca un gran conflicto, hipótesis prácticamente desdeñada para el periodo analizado.