Este contrato tiene por objeto la auscultación de 10.000 kilómetros de carril en autovías de la Red de Carreteras del Estado mediante equipos que realizan la toma de datos a velocidad de tráfico y suministran la información, según informó este martes el departamento dirigido por Óscar Puente.

Gracias a ello, se obtendrán tres parámetros fundamentales del pavimento: la deflexión o deformación del firme; el Índice de Regularidad Internacional (IRI, relacionado con la regularidad y comodidad en la conducción); y diversos índices de fisuración de los pavimentos.

La información resultante de dicha auscultación sistemática se utiliza para actualizar el Sistema de Gestión de Firmes de la Dirección General de Carreteras, además de servir de base para la redacción de proyectos de rehabilitación estructural o superficial de firmes de las distintas unidades y demarcaciones de las carreteras de la red.

La mejora de la regularidad superficial del firme de las carreteras implica una reducción de consumo de combustible por parte de los vehículos que por ahí circulan, lo que supone a su vez una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y una mayor sostenibilidad de la infraestructura en su conjunto.

Este contrato, en la línea impulsada por el Ministerio de Transportes, incrementa el presupuesto dedicado a la conservación y el mantenimiento de las carreteras, a fin de mejorar la seguridad de los usuarios y preservar el patrimonio público viario.

El adjudicatario de este contrato tendrá que desarrollar los siguientes trabajos: campaña de toma de datos, procesación de datos y presentación de resultados.