Estas unidades se configuran como "equipos multiprofesionales" para ayudar a superar las barreras, obstáculos o dificultades que los trabajadores con discapacidad de los CEE tienen en el proceso de incorporación a un puesto de trabajo, así como la permanencia en el mismo.

En la actualidad existen alrededor de 1.150 de estos centros, que ocupan a una plantilla de aproximadamente 40.000 trabajadores. El objetivo de los CEE es proporcionar a los trabajadores discapacitados un trabajo productivo y remunerado, y facilitar su integración laboral en el mercado ordinario de trabajo.

En principio, las unidades de apoyo estarán formadas por un total de unos 2.500 profesionales, que estarán distribuidos en función del número de trabajadores de cada CEE.

Tendrán prioridad en la atención de estas unidades aquellos trabajadores con especiales dificultades para el acceso al mercado de trabajo.

En concreto, la mayor prioridad la tendrán las personas con parálisis cerebral, enfermedad mental, discapacidad intelectual con un grado de minusvalía reconocido igual o superior al 33% y las personas con discapacidad física o sensorial con grado de minusvalía igual o superior al 65%.

Entre sus tareas, los profesionales detectarán, a través del análisis de la persona y de su puesto de trabajo, las necesidades de apoyo para que el trabajador pueda desarrollar su actividad, establecerán las relaciones precisas con el entorno familiar y social para estimular su incorporación al mercado laboral, y favorecerán su autonomía e independencia

Por cada trabajador que sea atendido, los Centros Especiales de Empleo recibirán de los Servicios Públicos de Empleo una subvención de 1.200 euros anuales para financiar los costes laborales y de Seguridad Social.