La nota oficial añade que "Don Alfonso Guerra viene perdiendo paulatinamente la fuerza de su oratoria, desprestigiada por su mensaje de socialista obsoleto, centrado en un odio radical al centro-derecha, especialmente al cántabro, que en todas las elecciones autonómcas, gracias a la voluntad popular, ha evitado que sus amigos 'guerristas' del Partido Socialista Cántabro-PSOE (PSC-PSOE) se hicieran con el poder, a pesar de su nefasta política de oposición".

Asimismo, el Ejecutivo cántabro acusa al PSC-PSOE de "atacar sistematicamente los progresos realizados en esta tierra desde el Gobierno regional, intentando bloquear los recursos de la Comunidad Autónoma de Cantabria para que ésta quede a merced de las posibilidades electorales de quienes, sin haber hecho nadapor Cantabria, desean obsesivamente el poder para beneficio de sus familiares y amigos".

El comunicado continúa diciendo que "ya es triste que uno de los pocos apoyos que le quedan a Alfonso Guerra sea el PSOE de Cantabria y el señor Jaime Blanco, de ahí que haya iniciado su campaña en nuestra región".

"Nos imaginamos", dice la nota mas adelante, "que el ex-vicepresidente ha venido además a traer consuelos al dirigente del socialismo cántabro, señor Blanco, por su desalojo a través de las urnas d la presidencia del Gobierno cántabro".

El comunicado gubernamental indica que "las bravatas de Guerra no intimidan a Cantabria ni a los cántabros y Guerra no es quien para hablar de nuestro futuro, cuando en su tierra andaluza, después de 12 años de Gobierno socialista y con las inversiones y despilfarro de miles de millones de pesetas, siguen teniendo los mayores índices de pobreza".

"FUNDAMENTALISTA DE MEZQUITA"

La nota de prensa del Ejecutivo regional precisa también que "Guerra puede compaarse con un fundamentalista de mezquita, instalado en un socialismo irreal y anticuado, cuyas tesis son todos los días censurados por las actuaciones del grupo más liberal del Gobierno de Felipe González".

Finalmente, los responsables de Cantabria tildan al ex vicepresidente del Gobierno, a su entorno y al 'guerrismo' de "obstaculizar y entorpecer todas las aspiraciones de los cántabros a un mayor progreso, desviando inversiones multimillonarias a otras regiones, despilfarrando dinero público en proyetos no necesarios para el conjunto de España e intentando castigar a los cántabros como ciudadanos de segunda fila en cuanto a la aplicación en sentido de solidaridd que expresa la Constitución española".