Así lo aseguró el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, durante un encuentro informativo donde detalló las principales líneas del Real Decreto de enseñanzas mínimas para Bachillerato, que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes.

"Ahora no tienen que empezar desde cero, llevan trabajando muchos meses. Ya algunas tienen borradores", dijo sobre el currículo que han de aprobar los gobiernos autonómicos a partir de los decretos de enseñanzas mínimas que se han ido sacando adelante el Ejecutivo con la idea de lograr "un modelo de construcción colaborativa del currículo".

Es más, Tiana puso el ejemplo de que en algunas regiones ya se desarrollan "actividades de formación" al profesorado para adaptarse a los cambios normativos el próximo curso e incluso se han creado figuras de "asesores curriculares".

Según el secretario de Estado, las consejerías harán "una adaptación paulatina a partir de lo que es exigible". "Tiene que haber una aplicación de la norma", prosiguió, aunque se mostró consciente de que las autonomías no la tendrán desplegada totalmente este próximo curso y puede haber "cambios" para irlo logrando en los cursos sucesivos.

Por ejemplo, aseguró, podría ocurrir en la implantación de la nueva modalidad "general" de bachillerato (una novedad que aprobará el Consejo de Ministros, con la que los alumnos podrán elegir materias de ciencias o humanidades), pues el Gobierno central tratará unos "requisitos mínimos "que han de cumplir los centros para ofertarla, pero serán los gobiernos autonómicos quienes den la autorización a los institutos para que sea así.

HISTORIADORES Y FILÓSOFOS

El secretario de Estado también abordó otras cuestiones que han suscitado la polémica en las últimas semanas, como la enseñanza de la Historia y la Filosofía y otros contenidos que hipotéticamente desaparecerían, cuando según él se han producido "adaptaciones de nombre".

Es más, dijo que los decretos de enseñanzas mínimas que propone el Gobierno han sido diseñados por expertos en las respectivas áreas, entre los que se incluyen historiadores y filósofos, y "con la participación de las comunidades autónomas", aunque "algunas han participado más activamente", recalcó.

Asimismo, sentenció que "no va a haber una vertebración" del conocimiento según los territorios (las autonomías tienen competencia directa en diseñar alrededor del 40% de las materias), pero reconoció que la búsqueda de una educación "individualizada" provocará diferencias entre institutos "de la misma calle".