En cuanto el agua destinada a regadío, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló al término del Consejo de Ministros que el Ejecutivo analizará en un mes "una posible aportación para minimizar los efectos de la sequía en los cultivos leñosos".

Según De la Vega, el Gobierno ha tomado esta decisión "atendiendo al interés general" de todos los españoles y sabiendo que hay decisiones "que no gustan por igual a todos". "Es nuestra obligación gobernar para todas las regiones", aseveró.

Con el trasvase aprobado hoy, aseguró De la Vega, el Gobierno garantiza el suministro completo en la Cuenca del Tajo para los próximos tres meses, tanto para regadío como para consumo humano.

Para la Cuenca del Segura, añadió, la decisión adoptada hoy garantizará el abastecimiento para el trimestre próximo y los siguientes.

Por último, rogó "responsabilidad" a las fuerzas políticas y a las autoridades de las cuatro comunidades autónomas afectadas para que su valoración sobre la decisión de hoy tenga en cuenta siempre la solidaridad de todas las regiones de España.

La norma de explotación fijaba el volumen máximo de agua a trasvasar en 69 hectómetros cúbicos para el primer trimestre del año hidrológico, 39 de ellos para abastecimiento humano y 30 para regadío.