Además, esta ley delimita las funciones del personal tanto funcionario como laboral, completa la regulación de la carrera horizontal y vertical, ordena las retribuciones y crea nuevos complementos y regula el régimen del teletrabajo.

También considera "elementos fundamentales del régimen de empleo público", asuntos como la formación y el aprendizaje continuo, los itinerarios formativos y la gestión por marcos competenciales.

Desde el Gobierno recordaron que el anteproyecto de ley está inspirado en los principios de la igualdad de género, garantía del diálogo social, la gestión por competencias y el fomento del talento interno.

Este plan está guiado por cuatro líneas fundamentales. El primero de ellos se basa en una planificación estratégica para avanzar en un modelo previsional de recursos humanos que dote de mayor autonomía a los distintos gestores, teniendo en cuenta los ejercicios presupuestarios a medio plazo, con herramientas tecnológicas y con una ordenación por áreas funcionales.

El segundo punto se basa en una mayor incidencia en la agilización y la igualdad en la selección, más presencia de la Administración en el territorio y una mejora en los planes de captación y retención de talento.

Como tercer punto, se creará un plan de aprendizaje permanente que incluya una evaluación del desempeño, gracias a la cuál se priorizará una progresión por tramos en el mismo puesto y la ejecución carrera vertical, basada en el ascenso a un nivel mayor.

Como último punto, se fomentará una dirección pública profesional para fortalecer la profesionalización y liderazgo de los que están llamados a ser los impulsores de los procesos de transformación. Po último, desde el Ministerio explicaron que en próximos días se desarrollará la tramitación parlamentaria del proyecto de ley.