Según ese sondeo, al 40,2% de los españoles le importaría"mucho o bastante" tener a un gitano como vecino, a un 41,3% que sea a alcohólico, y a un 40,2% que sea ex presidiario.

Además, el CIS refleja que al 25,3% de los españoles les importaría "mucho" o "bastante" que su hijos compartieran clase con niños gitanos, mientras que a un 9,9% de los encuestados les molestaría que fueran niños de familias inmigrantes.

El FSG subraya en una nota que, "frente a estas respuestas que reflejan un grave rechazo hacia la minoría étnica más importante de España, presente en la Península desde el siglo XV, el problema del racismo no es percibido como especialmente grave".

Ante estos datos, la Fundación denuncia la "invisibilidad de este grave problema que se refleja, también, en el escaso eco que los medios de comunicación han otorgado a estas respuestas sobre la comunidad gitana en un barómetro que ha tenido una amplia difusión mediática".

Además, la FSG recuerda que "este problema de imagen social de la comunidad gitana tiene graves efectos discriminatorios hacia los gitanos en el acceso al empleo, la educación o la vivienda".

En este sentido, esta organización recuerda la campaña de sensibilización que ha puesto en marcha con el lema "Conócelos antes de juzgarlos", a fin de concienciar a la sociedad sobre el problema de los estereotipos y prejuicios que estigmatizan a las personas gitanas.