En la misiva, Felip K.N. explica que llegó a Alicante, junto a su esposa, Verónica K., y su hijo, Daniel K., de 14 años, huyendo de lapersecusión que padecen los gitanos en Rumanía, y denuncia que fue encarcelado, "sin preaviso ni explicación alguna", en los calabozos de la comisaría de policía de esa ciudad, a la que acudió a solicitar refugio.

Asimismo, señala que a él y a su familia se le ha incoado un expediente administrativo de expulsión y que posteriormente fue trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros de Murcia, "una cárcel con sus celdas, sus barrotes y vigilancia policial".

"Nos han encerrado sin haber sidojuzgados, sin las garantías que tengo entendido garantiza la Constitución Española tanto para nacionales como para extranjeros, y los respaldan los tratados internacionales sobre los derechos de los refugiados", afirma Felip K. en la carta.

"Estamos toda la familia encerrados en un centro que no garantiza ni la intimidad ni las condiciones necesarias para albergar ni a mujeres ni a niños menores, y sin contacto posible con el exterior para poder defendernos ante tales atrocidades", agrega.

Felip . critica también la actitud de los agentes de policía de Alicante, "que no nos prestaron atención, aun cuando mi hijo se expresaba bastante bien en francés y les explicamos la situación familiar".