Así lo aseguró a Servimedia Gloria Miralpeix, miembro de la junta de la Asociación Catalana de Matronas, quien advirtió de que el parto prematuro puede producirse antes de las 37 semanas cuando la madre esté sometida a estrés o haya sufrido antes complicaciones similares.

A su juicio, una mujer embarazada de siete meses, como Chacón, sí podría tener una "amenaza de parto prematuro", aunque no es lo habitual, si se trata de un embarazo "normal" y sin factores de riesgo. "Pero nunca se sabe", señaló Miralpeix.

En caso de que surjan este tipo de complicaciones, se recomienda reposo a la embarazada y si las contracciones no ceden se le administra medicación endovenosa u oral para paralizarlas y evitar así que comience la dilatación.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Ginecología Española, Gerardo Ventura Serrano, manifestó a Servimedia que no existe un protocolo único que se pueda aplicar a todas las embarazadas que desean hacer un viaje de larga distancia, pues "cada caso es distinto" y requiere un estudio ginecológico particular.

Además, según la portavoz de las matronas catalanas, en principio, viajar en avión no supone ninguna amenaza para la salud de las mujeres embarazadas, aunque las compañías aéreas no son partidarias de que las mujeres con un embarazo avanzado hagan vuelos de larga distancia, si existe riesgo de parto prematuro.

DAR A LUZ EN UN AVIÓN

Sin embargo, Ventura señaló que "parir en un avión es un riesgo inecesario", aunque "si te llevas al anestesista, te llevas el ginecólogo y te llevas el pediatra, como ha hecho la ministra, entonces ya la cosa varía", evidentemente este tipo de viaje "es distinto al que pueda hacer la española normal".

Una opinión con la que coincidió la portavoz de las matronas, Gloria Miralpeix, ya que la ministra viaja con un equipo de ginecólogos "que tomará unas medidas" y viajará en unas condiciones que no son extrapolables al resto de las mujeres embarazadas.

En este sentido, Miralpeix aclaró que son las compañías aéreas las que "no quieren problemas" y evitan el riesgo de que esa mujer pueda ponerse de parto durante el viaje, lo que les obligaría a buscar un aeropuerto más cercano.

Por ese motivo, si se trata de un "viaje corto" las aerolíneas no suelen poner problemas, pero en viajes más largos, como sería un vuelo hasta el Líbano, "se curan en salud porque no quieren asumir riesgos".

Por su parte, fuentes de la compañía aérea Iberia, aseguraron a Servimedia que en esta empresa "no se pone ningún problema" a las mujeres gestantes que desean volar.

Sin embargo, en caso de que la gestación pueda suponer algún riesgo, es necesario que la mujer aporte un certificado médico que especifique cuál es su situación y además la compañía incluye un mensaje, en este sentido, en la reserva de la pasajera. De todas formas, depende de las embarazadas comunicar o no a la compañía si su embarazo es de riesgo, aclaró la fuente.

Por otra parte, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, que establece las normas internacionales del sector, desaconseja que las mujeres viajen una semana antes o después del parto.