Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, la mujer empezó con las contracciones del parto 15 horas antes de que naciera la niña. Tenía antecedentes de pelvis estrecha y de un parto anterior con problemas, atendido por el mismo ginecólogo.

Además, el feto tenía un peso superior al normal y la madre sufrió una polisistolía, por lo que existían indicios suficientes para haberle practicado una cesárea. El médico, no obstante, intentó un parto natural dejando pasar las horas.

En el último momento, al ver que la niña no salía y se estaba produciendo sufrimiento fetal, el médico tiró de ella con fuerza, provocándole una parálisis de plexo braquial.