Los directivos de Gillette exigen que este expediente sea reuelto con estrictos criterios de objetividad y, de no ser así, recurrirán la decisión de no concederles la pertinente autorización administrativa.

La dirección de la multinacional norteamericana muestra además su malestar por las declaraciones, a priori, de algunos responsables de la Junta de Andalucía sobre la inconveniencia de conceder el visto bueno al expediente de cierre.

Gillette está dipuesto exigir responsabilidades civiles y en su caso penales, en el caso de que en la resolución del expeiente de cierre influyan circunstancias políticas que se alejen de razones objetivas.

Según esta firma norteamericana, el cierre de la factoría de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira, la única de esta multinacional en toda España, se debe a la reducción de la demandas de cuchillas de afeitar y a las pérdidas sufridas en los últimos años con respecto a otros competidores.

Además la dirección justifica el cierre de esta factoría argumentando que es la menos avanzada tecnológicamente de lasque posee y destaca la conveniencia de concentrar la producción en las plantas que la multinacional tiene en Inglaterra y Alemania.

El comité de empresa alcanzó ya un acuerdo con la dirección antes de proceder al cierre de la factoría que se retrasará hasta la segunda semana de agosto. Entretanto, los trabajadores se muestran abiertos a partir de ahora a negociar el proyecto que les había ofrecido el grupo catalán Index.