Jesús Gil y su hijo Miguel Angel habían sido citados por Juan del Olmo, a petición del fiscal Anticorrupción encargado del caso, Carlos Castresana, para que aclarasen un serie de facturas emitidas a nombre del Atlético de Madrid, por valor de más de 200 millones de pesetas, de los que unos 15 millones responden a compras realizadas en El Corte Inglés, como lencería y ropa de bebé, y unos 160 a obras de remodelación. por la compra de cosas como lencería, ropa de bebe, azulejos o cristalería.

Tras su comparecencia ante el magistrado instructor del "caso Gil", realizada a petición de Carlos Castresana, el presidente del club rojiblanco aseguró a los periodistas que él n empleó dinero de la sociedad deportiva para uso particular.

"¿Me voy a robar a mí mismo?", preguntó Gil, tras señalar que el Atlético de Madrid es suyo y asegurar que todos los pagos del club rojiblanco están justificados. En este sentido, añadió que las facturas de El Corte Inglés a nombre de la sociedad deportiva responden a "gastos de representación".

Entre otras facturas que el fiscal Cartresana quería que fueran aclaradas por los Gil se encuentra la referida a la reproducción de cinco copia de un retrato de Franco.

Gil aseguró que el precio de dichas reproducciones, entre las que se encuentra una que "dedicó Franco al Atlético de Madrid", fue de 18.000 pesetas y que se hicieron para el Museo que el club rojiblanco tiene en el estadio "Vicente Calderón". Tras la explicación, el también alcalde de Marbella añadió que "no tiene por qué ser una deshonra que tengas una foto de Franco".

Por otro lado, Jesús Gil afirmó que lo que se está investigando en el Juzgado Central de Instrucción nmero 6 de la Audiencia Nacional "es lo mismo que se ha juzgado en Málaga", en referencia al denominado "caso de las camisetas" e insistió en que "es un milagro que el Atlético de Madrid esté bien".

FACTURA A FACTURA

Por su parte, su hijo Miguel Angel aseguró que ha justificado ante el juez "uno a uno" los gastos a los que el fiscal Castresana no encontraba explicación. Así, aseguró que parte de los más de 200 millones de pesetas se deben a obras que se realizaron en las instalaciones del Atlético deMadrid o en otras propiedades (chalés y fincas) "directamente relacionadas" con el club rojiblanco.

En cuanto a las facturas emitidas por el Corte Inglés por la adquisición de lencería, cristalería y otros enseres, Miguel Angel Gil coincidió con su padre en que responden gastos de representación, concretamente a la compra de obsequios para representantes de la UEFA y de los equipos rivales con los que el club rojiblanco ha tenido que disputar partidos internacionales.

Sin embargo, fuentes jurídics aseguraron que los Gil no han logrado justificar todos los gastos que el juez quería aclarar, aunque sí explicaron por qué se cargaron algunos gastos al Atlético de Madrid.

En este sentido, según las mismas fuentes, los Gil señalaron que el Atlético de Madrid les debe dinero y que, en lugar de devolvérselo en metálico, se lo reembolsaban en especies. Así, si había que realizar reformas en alguna finca, el club rojiblanco hacía frente a esos gastos, de modo que se descontaba de la deuda que la sociedd deportiva tenía con el también alcalde de Marbella.

Según el fiscal Anticorrupción encargado del caso, Carlos Castresana, existen facturas emitidas por El Corte Inglés por valor de 42.597.717 pesetas, de los que por lo menos 15.279.053 pesetas "no corresponden en ningún caso al objeto social y actividad del Atlético de Madrid", sino, presumiblemente, a géneros adquiridos por familiares de Jesús Gil y de su hijo Miguel Angel, como ropa de bebé, perfumería, bolsos, lencería de noche, baterías de cocin, fotografía y óptica.

Asimismo, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que existen otras facturas por valor de unos 163 millones de pesetas a nombre del Atlético de Madrid emitidas por 32 empresas dedicadas a azulejos, cristalería, decoración, fontanería, fotografía, mantenimiento de piscinas, pinturas y artesanía, entre otras cosas.

El juez instructor del "caso Atlético" imputa a Jesús Gil, a su hijo Miguel Angel y al ex vicepresidente del Atlético de Madrid Enrique Cerezo, entre otros, los delito continuados de estafa, apropiación indebida, otorgamiento de contratos simulados, falsedad en documento público y mercantil y otros delitos societarios.

Este caso comenzó con la querella presentada en su día por la Fiscalía Anticorrupción contra Jesús Gil y otras seis personas más, a quienes acusa de haber cometido un presunto fraude de 9.427 millones de pesetas.