La Asociación invirtió en total 420 millones de pesetas procedentes de la venta de varios inmuebles de su propiedad, que generaron un repunte de tesorería que se decidió invertir para conseguir rentabilidad.

Blanes reconoció ante la comisión tener amistad con todos los miembros de la famila Giménez-Reyna, cuyo padre fue compañero de armas del general de la Guardia Civil. La inversión se concretó tras una entrevista entre él mismo y la presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna.

Sin embargo, el compareciente aseguró que en ese momento no tenía conocimiento de que Pilar Giménez-Reyna ostentara el cargo de presidenta de la compañía y que sólo se enteró de ese dato por la prensa cuando estalló el escándalo de la desaparición de cerca de 18.000 millones de pesetas.

Blanes lamentó nohaber tenido mejor información sobre el funcionamiento de la sociedad de valores antes de realizar la inversión y reconoció que la decisión fue "equivocada".

En respuesta al portavoz de IU en la comisión, Felipe Alcaraz, Blanes afirmó que conocía la participación de la ONCE y del Colegio de Ingenieros en Gescartera, y que posteriormente tuvo conocimiento de las inversiones hechas por la iglesia y por la Policía a través de algunos de sus colaboradores.

Sin embargo, negó que la presidenta de Gescatera le recomendara hablar con su hermano Enrique Giménez-Reyna, entonces secretario de Estado de Hacienda, sobre el funcionamiento y ventajas que podría tener invertir en la sociedad de valores de Antonio Camacho.

Blanes tan sólo pidió ayuda al ex responsable de Hacienda para regularizar la situación fiscal de la Asociación pro Huérfanos de la Guardia Civil y éste le acompañó a las dependencias de Hacienda para lograr un acuerdo que solucionara el problema.

Enrique Giménez-Reyna, en cambio, negóhaber tenido relación alguna con el general Blanes durante su comparecencia ante la comisión de investigación.

El compareciente aseguró que en la Asociación no hay personal especializado para orientar las inversiones, que normalmente se hacen con un criterio conservador. Sin embargo, en esta ocasión los malos resultados de otras inversiones realizadas en fondos de inversión decidieron al Consejo de Gobierno de la Asociación a buscar mejores rentabilidades en otro tipo de inversiones.

EXPEDIENTE DISCPLINARIO

En todo caso, el general de la Guardia Civil aseguró no tener conocimiento de que se le haya abierto expediente disciplinario alguno, pese a ello entiende que si el ministro de Interior o el director general de la Benemérita consideran que ha incurrido en alguna irregularidad, tienen mecanismos a su alcance para cesarle.

El contrato firmado por la Asociación pro Huérfanos con Gescartera se firmó con el espacio destinado a fijar la cantidad invertida en blanco, y el primer ingreso por 100millones de pesetas se hizo un día antes de firmar el contrato, algo que, a su entender, "es normal".

En cuanto a la consideración que se viene dando de "clientes especiales" a algunos inversores institucionales, el general Blanco bromeó asegurando que se deben referir a clientes "especialmente estafados".

La Asociación pro Huérfanos de la Guardia Civil se ha personado como acusación particular en este caso porque se enteraron de la intervención y pérdida de su dinero al leerlo en la prensa y Blaes considera especialmente grave que se hayan perdido esos fondos cuando el criterio de inversión de la institución ha sido siempre el de "máxima seguridad".