La magistrada decidió levantar el secreto e la pieza policial hace una semana, pero se ha visto obligada a decretarlo de nuevo, debido a que las conversaciones grabadas, con el visto bueno de la Fiscalía Anticorrupción, podrían afectar al derecho de defensa del imputado en cuestión, de quien no ha trascendido el nombre.

Según las mismas fuentes, el número de conversaciones que se han grabado asciende a 27 y fue el propio letrado quien descubrió que las mismas se encontraban en la causa cuando acudió al juzgado para conocer de la investigaciónque hasta ese día había permanecido secreta.

Por otra parte, la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional tomó declaración como imputado a Agustín Fernández Ameneiro, comparecencia que se prolongó durante cuatro horas y que continuará el próximo viernes.

Fernández Ameneiro, asesor fiscal de clientes de Gescartera, aseguró ante la magistrada que sus funciones dentro de la mencionada agencia de valores consistía en hacer de "apoyo a comerciales" y se encargaba tamién de informar acerca de los riesgos fiscales a la hora de invertir.

Este imputado reconoció que se encarga de departir las pérdidas entre los clientes de Gescartera, a algunos de los cuales ayudaba a realizar la declaración de la renta.

Durante su comparecencia, Fernández Ameneiro se refirió a Teodoro Bonilla, párroco de Castillo de Garcimuñoz (Cuenca), de quien dijo que le llamó la atención las pérdidas que se le habían asignado y que por esa razón habló con el máximo responsable de Gescartera Antonio Camacho. Este le dijo que no se preocupara, porque "el cliente ya lo sabía".

Tras explicar que trabajó como comercial de 1995 a 1996 en una empresa radicada en Barcelona, propiedad de Camacho, Fernández Ameneiro aseguró también ante la magistrada que no sabe "nada" de bolsa.

En este caso, la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, trata de esclarecer la desparición de 15.578 millones de pesetas de Gescartera.