Arroyo defendió que nunca se llegó a materializar la toma de acciones por parte de la Fundación ONCE y que, por tanto, nunca hasido propietaria de Gescartera.

Según manifestó, la única certificación existente sobre esta participación, un acta notarial firmada por el secretario del Consejo de Administración de Gescartera, José Antonio García de la Chica, es "falsa" y, por ello, la ONCE ha interpuesto una querella por falsedad documental contra dicho directivo de la agencia de valores.

Arroyo, que insistió en que los títulos de estas acciones "no están" en ningún sitio, reconoció que donde sí hubo una toma de participaciónfue en Gescartera Pensiones, donde, por valor de 40 millones de pesetas -20 de ellos procedentes de una donación- se adquirió un 20 por ciento del capital.

Esa participación fue tomada, según manifestó el presidente de la ONCE, de forma "correcta" en cuanto al procedimiento, porque lo autorizó la Comisión Permanente de la Fundación y había escritura pública, y en cuanto a los fines, ya que se iba a crear un fondo de pensiones para personas con discapacidad.

ACTUACION DE LA CNMV

En cualquier cas, Arroyo dijo que tuvo conocimiento de esta participación, al igual que del resto de informaciones referentes al "caso Gescartera", en el mes de junio de 2001, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) intervino.

En cuanto a la actuación de los ejecutivos de la fundación que tuvieron que dimitir de sus cargos a consecuencia del escándalo, José Manuel Pichel y Rafael de Lorenzo, el presidente de la ONCE consideró que "se han equivocado" y que, en su opinión, "no actuaron de mala fe". A ichel "le han utilizado" y De Lorenzo, "guiado por las informaciones de Pichel, ha tomado decisiones equivocadas".

Arroyo indicó que, si la ONCE hubiera conocido que la CNMV puso como condición para que Gescartera fuera ascendida a agencia de valores que la organización de ciegos tuviera una participación del 25 por ciento, "habríamos salido corriendo".

A su entender, la CNMV "ha cometido errores" en todo este asunto, aunque agregó que la ONCE, de momento, no va a emprender ninguna actuación en cntra de la Comisión del Mercado de Valores.

Para Arroyo, la ONCE es "la gran damnificada" del "caso Gescartera", "no sólo por los 500 millones perdidos, sino por los daños de imagen, que hacen pensar a la opinión pública que esta estafa estaba patrocinada por la ONCE y la Fundación ONCE, y nada más lejos de la realidad".