Su salida fue el colofón a una conflictiva situación interna de la organización motivada por los malos resultados electorales y or el enfrentamiento entre sus seguidores, convencidos ya entonces de que las siglas PCE ya no "vendían" electoralmente y, por tanto, partidarios de integrarse plenamente en Izquierda Unida, y los contrarios a esta tesis.

Iglesias regresó a Asturias y durante todo este tiempo ha compaginado su trabajo como minero en Hunosa con la actividad sindical en CCOO y la política en Izquierda Unida, manteniendo frecuentes enfrentamientos con los seguidores de Anguita en esa región, a los que acusa de "estar entegados en cuerpo y alma al PSOE" (en Asturias existe un pacto de gobierno autonómico entre ambas formaciones).

Mañana, en un hotel de Madrid, el ex secretario general del PCE participará, junto con Cristina Almeida, Nicolás Sartorius y el dirigente del Pasoc Alonso Puerta, en un acto de apoyo a quienes cuatro años después han reabierto el debate proponiendo que IU se convierta en un partido político a partir de la III Asamblea Federal.

La vuelta del veterano líder comunista llega en un momento demáximo enfrentamiento entre este sector, por un lado, y Anguita, el "aparato" del PCE e Izquierda Republicana, por otro, que no quieren que IU se convierta en partido porque sospechan que bajo este aparente debate se esconde el deseo de pactar con el PSOE a corto plazo (próximas elecciones), a lo que Anguita se opone si los socialistas siguen practicando su política "neoliberal".

"EL PCE PUEDE JERINGAR"

El pasado mes de diciembre, Gerardo Iglesias no descartaba volver a la política activa y desde enonces los partidarios de convertir IU en partido han estado intentando convencerle de que retornara a la política nacional en apoyo de su causa.

Por esas fechas se celebraba el XIII Congreso que confirmó a Anguita en el cargo como consecuencia de la victoria de quienes propugnan que el PCE no debe disolverse ante lo ocurrido en los países del Este.

A su término, Iglesias se declaraba "triste y preocupado", y aseguraba que el PCE se mantiene únicamente para actuar "como grupo de presión" en IU, cundo son estas siglas las que "venden" electoralmente, no las del PCE.

"Creo que IU no está llevando su proyecto hasta las últimas consecuencias", explicaba; "IU no nace para mantener el PCE. Creo que todo lo que está haciendo el PCE por sostenerse como grupo de presión dentro de IU es jugar con fuego y puede terminar `jeringando' el proyecto de la coalición".