En la presentación en Madrid de la edición en castellano del libro "Lluís Companys, presidente de Cataluña, fusilado", Bargalló reivindicó el antifranquismo y la memoria histórica "sin estridencias, sin rencores, pero también sin olvidos".

"En este momento podemos debatir muchas cosas", explicó, en alusión a la reforma estatuaria catalana, "estamos dispuestos a entrar en los debates que sean necesarios, a llegar a los acuerdos que esos debates permitan (...) porque el pacto es necesario y sólo a través de él las partes construimos una sociedad mejor y más avanzada".

En este sentido, comentó que, "cuando alguien pone en duda la voluntad de Cataluña, o de ERC, de colaborar en la estabilidad democrática en todo el Estado (español)", Lluís Companys es la respuesta, ya que fue presidente de la Generalitat, pero también ministro de la República, pues Cataluña "asume esta responsabilidad como cree que la asumen todos los territorios del Estado".

En este contexto, puso "la responsabilidad de la Generalitat encima de la mesa para la construcción de un nuevo pacto, el del siglo XXI, 30 años después del pacto de la transición. Un pacto que puede ser duradero si las partes deciden que tiene que durar".

"Cataluña no va a impedir el cambio ni la durabilidad de este pacto", enfatizó.Cataluña "quiere hablar, debatir y consensuar; tiene la mano tendida y sabe que en los otros territorios del Estado también hay manos tendidas y que, a pesar de las vociferaciones y de las estridencias, hay gente de bien que quiere hablar, escuchar y pactar".