Así lo desvela el ‘Estudio de la vulnerabilidad de las viviendas alquiladas por los precios del alquiler y la factura energética en tres ciudades de diferentes zonas climáticas de España: Santander, Madrid y Málaga’, presentado este jueves por Ecodes y la Federación Española de Consumidores y Usuarios CECU y en el que contaron con el apoyo técnico del Instituto Eduardo Torroja de Ciencias de la Construcción (CSIC), según precisó CECU en un comunicado.

“Este dato pone sobre la mesa el impacto que la falta de eficiencia energética tiene sobre los gastos corrientes asociados a las viviendas”, agregó CECU, al tiempo que explicó que, entre 2015 y 2022, el precio de los alquileres subió de media un 30% en las áreas metropolitanas españolas.

MADRID, MÁLAGA Y SANTANDER

Madrid, Málaga y Santander son las tres ciudades analizadas en este informe que ha estudiado indicadores de precios del alquiler, eficiencia energética de las viviendas y de rentas medias en lugares con climas muy diferentes.

“De esta intersección, se ha comprobado que un 45% de los hogares alquilados en Madrid, un 32% de los de Málaga y un 1% de los de Santander podrían estar dedicando más de un 30% de sus ingresos a sus facturas energéticas y su alquiler agravando la situación de zonas tensionadas”, según el informe.

MEDIDAS DESTACADAS

En este contexto, la prohibición del alquiler de las viviendas “menos eficientes” es una de las medidas que Ecodes y CECU reivindican y que ya se ha aplicado en Francia y en Bruselas.

Otra solución que se plantea es considerar la eficiencia energética como “parte de los deberes de conservación” de los propietarios, “en particular de los grandes tenedores”. “Hay espacios legislativos donde este requerimiento de unas condiciones mínimas para que una vivienda se considere apta para ser alquilada podrían introducirse, por ejemplo, la Ley de Arrendamientos Urbanos”, según el informe.

Vivir en viviendas de alquiler con una calificación energética deficiente “aumenta el empobrecimiento de la población” y la rehabilitación energética puede ser una herramienta “imprescindible” que integra soluciones para que, "además de defender el derecho de acceso a la vivienda, sea adecuada y accesible", según los autores.

“Llevamos años haciendo frente a una barrera a la hora de rehabilitar y es que los propietarios no quieren hacerlo porque son ellos quienes tendrían que pagarlas, pero a quien beneficia es a sus inquilinos. Para que esto sea posible necesitamos cambiar la concepción de la vivienda en alquiler como un bien de uso, en vez de un bien de mercado”, afirmó el técnico del Área de Vivienda de CECU Eloy Gutiérrez.

Por su parte, el responsable de políticas de rehabilitación de Ecodes, Javier Tobías, subrayó que “estamos sumamente concienciados sobre cómo el precio del alquiler nos afecta a todas las personas. Sin embargo, somos aún poco conscientes de cuánto nos afecta el mal estado que tiene gran parte de las viviendas que se alquilan en el Estado español”, sentenció.