El sustituto de Dolores Delgado afrontó este jueves la preceptiva comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso, el último paso antes de su nombramiento por el Consejo de Ministros, el próximo lunes, y la promesa o juramento de su cargo en Zarzuela al día siguiente.

La Comisión no vota y la posición de los grupos parlamentarios tampoco puede evitar el nombramiento. La sesión fue bronca especialmente con los parlamentarios de PP, Vox y Ciudadanos, que le achacaron su supuesta cercanía al PSOE.

El próximo Fiscal General del Estado aseguró que impulsará desde la Fiscalía “una profunda reflexión sobre el cuidado y la protección de nuestro entorno”, que debe ser un “compromiso vital” y que él mismo ha defendido durante años como fiscal delegado de Medio Ambiente.

En su intervención inicial, García Ortiz defendió la gestión de Dolores Delgado al frente de la Fiscalía General del Estado y anunció que su trabajo será continuista. Expresó su “agradecimiento y reconocimiento” a la tarea de su antecesora y puso en valor los “indudables beneficios” de su gestión durante su mandato para la carrera fiscal.

A continuación, explicó que tras ser propuesto su nombre para ocupar el cargo de Fiscal General solicitó la baja en la Unión Progresista de Fiscales, la asociación progresista a la que tanto el candidato como Delgado pertenecían. Y planteó su intención de “ser el Fiscal General de todos y todas las fiscales cualesquiera sea su adscripción, estén o no afiliados a alguna asociación”.

Además, puso de manifiesto su intención de mejorar los mecanismos de toma de decisiones en la Fiscalía General del Estado con el objetivo último de "garantizar la autonomía" de los fiscales y de asegurar la existencia del "derecho a discrepar".