Así lo anunció hoy el alcalde en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, en la que los responsables municipales deliberaron sobre la situación del aeródromo madrileño tras el accidente ocurrido el pasado martes en otra zona de la región, en el que perdieron la vida dos jóvenes por el choque de dos avionetas.

Gallardón explicó que se dirigirá al Ministerio de Fomento, como gestor del aeropuerto de Cuatro Vientos, y al de Defensa, como titular del suelo, con el fin de que inicien los estudios para el traslado definitivo de las actividades del aeródromo a un nuevo aeropuerto.

El alcalde, que se sumó a la oposición de los vecinos de la zona a que se aumente el número de vuelos en Cuatro Vientos, aclaró que no están pidiendo el desmantelamiento inmediato del aeropuerto, que deberá seguir funcionando junto con el de Torrejón para instrucción y vuelos privados hasta que se construya uno nuevo, pero afirmó que estas instalaciones no pueden mantenerse indefinidamente porque no es un espacio adecuado para estas actividades por su proximidad a las viviendas.

Para obtener recursos que permitan a Fomento la construcción de un nuevo aeródromo, Gallardón propone a Defensa la recalificación de los terrenos de Cuatro Vientos para destinarlos a usos residenciales, con un porcentaje de viviendas de protección oficial, usos dotacionales y zonas verdes en una actuación similar a la de la "Operación Campamento".

CINCO O DIEZ AÑOS

A la pregunta de qué horizonte temporal sería razonable, a su juicio, para todo este proceso y poder contar con el nuevo aeropuerto, Gallardón respondió que "nos podríamos estar moviendo entre cinco y diez años", aunque insistió en que dependerá de los planes de Fomento y dijo que todo tendría que ser objeto de una negociación "responsable" con ambos ministerios.

Indicó que la decisión sobre la ubicación del nuevo aeropuerto corresponde a Fomento, pero pidió que esté dentro de la Comunidad de Madrid para dar respuesta a las necesidades de la aviación civil y porque tener un buen sistema aeroportuario afecta a un importante sector de la economía madrileña.

Explicó que dentro de la ciudad de Madrid no hay suelo lo suficientemente alejado de viviendas como para poder construir un aeródromo, por lo que Fomento deberá buscar una ubicación alternativa, y declaró que la reserva de Campo Real está más pensada para un nuevo aeropuerto, cuando el de Barajas no pueda crecer más, que para albergar un segundo pequeño aeropuerto.

Gallardón dejó claro que la propuesta del ayuntamiento sobre Cuatro Vientos no se debe a que consideren que es un aeropuerto inseguro. "No digo que sea inseguro, sí que es incapaz de crecer", por lo que, a su juicio, "no tiene sentido mantenerlo indefinidamente, al no dar respuesta a las necesidades aeroportuarias que hay".