Además, según estas fuentes, un testigo está "obligado a decir la verdad y no tiene más alternativa. "Si alguien ve un asesinato tiene que contárselo al juez, no puede decidir por sí mismo si presta testimonio o no".

El presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Ramón Rodríguez Arribas, coincide en esta apreciación, que eca por tierra el anuncio de Velázquez Soriano al juez instructor del `caso Lasa y Zabala', Javier Gómez de Liaño, de que no va a continuar colaborando en el sumario.

"Testigo es la condición de toda persona que ha presenciado o tiene conocimiento de hechos o circunstancias que afectan a un proceso y que tiene obligación jurídica de prestar colaboración a la Justicia", en opinión de Rodríguez Arribas. "No existe la voluntariedad en la función de testigo".

Rodríguez Arribas señaló que cuando un testgo no comparece después de haber sido citado, puede ser obligado a presentarse ante los tribunales por la "fuerza pública", porque la condición de testigo no la asume una persona, sino que la otorgan los tribunales.

Así, una persona deja de ser testigo de un caso cuando finaliza su testimonio o el proceso se cierra. Rodríguez Arribas indicó además que la negativa a declarar es un derecho que todo imputado tiene derecho a ejercer para no hablar en su contra, mientras que en el caso de un testigo, podrí interpretarse como "denegación de auxilio".