Según informaron fuentes jurídicas, a preguntas del abogado del Estado Sancristóbal explicó que dichas visitas se produjeron antes de que confesase ante el juez Garzón su participación en el 'caso GAL', el pasado mes de julio.

Sin embargo, el ex cargo de Interior matizó que durante las mismas en ningún momento hablaron sobre los GAL y precisó que las visitas se debieron a la amistad que le une con el ex agente del CESID, de quien dijo ser viejo amigo.

Durante la declaración ante el juez, la segunda que practica el magistrado Móner tras ser nombrado instructor del 'caso GAL', Sancristóbal se limitó a ratificar lo que ya había declarado con anterioridad al juez Garzón, según dijo el propio ex cargo de Interior a los informadores al término de la comparecencia, que se prolongó durante unas tres horas.

Sancristóbal, quien precisó que su declaración se centró únicamente en el secuestro de Segundo Marey, volvió a afirmar, esta vez ante Móner, que el entnces ministro de Interior José Barrionuevo y el entonces director general de la Seguridad Rafael Vera dieron el visto bueno a esa acción de los GAL.

Fuentes de los abogados asistentes a esta declaración calificaron la diligencia como inútil, ya que, a su juicio, no ha aportado ningún dato nuevo que no figurase ya en las diligencias y supone "más de lo mismo".

Según estas fuentes, durante su declaración de hoy Sancristóbal no mencionó ni a Narcís Serra ni a José María Benegas, aunque sí citó al prsidente del Gobierno, Felipe González, al ser preguntado sobre las reuniones que mantuvo con él para tratar este asunto.

Agregaron que, sin embargo, Sancristóbal negó haber mantenido ninguna reunión con González para hablar de los GAL y volvió a referirse al presidente del Gobierno indirectamente, asegurando que tenía la creencia de que el ex ministro de Interior había informado a González de estos hechos, ya que tratándose de terrorismo, Barrionuevo debía haberlo consultado con el presidente.

DIRECION

Al término de su comparecencia, Sancristóbal dijo a los informadores que él personalmente no había hablado con González sobre los GAL y rechazó que Barrionuevo fuese el director de la operación de secuestro de Marey, porque "no había directores en la operación ni nada que se le parezca".

Precisó que en su declaración de hoy no había implicado a nadie, sino que se limitó "a relatar de nuevo y una vez más ante el juez los hechos que conozco", aunque no quiso contestar públicamente si Barrionuev estaba enterado de las acciones de los GAL.

El ex cargo de Interior, que también señaló que no había aportado ningún documento, testimonio o nombre nuevo al juez, rechazó, sin embargo, haber hablado de "guerra sucia" al magistrado y declaró únicamente sobre "la detención por error, la detención ilegal" de Marey

Según declaró Sancristóbal ante Garzón y reiteró hoy, Barrionuevo y Vera le dieron 'luz verde' para secuestrar en Francia al etarra Mikel Lujua Gorostiola con el fin de sacarle toda la inormación posible y posteriormente ponerle a disposición de la autoridad judicial española.

Una vez obtenida la autorización de sus superiores, ya que entonces era gobernador civil de Vizcaya, se puso en marcha el operativo y en la noche que se iba a realizar el secuestro se desplazó hasta el despacho de Alvarez, para seguir los acontecimientos, telefoneando en varias ocasiones a Vera para informarle de cómo transcurría.

AVAL POLITICO

Agregó que cuando tuvieron conocimiento de que se habían confndido de objetivo, secuestrando a Segundo Marey en lugar de al etarra, llamó al ex secretario de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea -para tener un aval político de la operación-, quien se desplazó también a la Jefatura Superior de Policía de Bilbao.

Según Sancristóbal, después de valorar la situación con García Damborenea, telefoneó a Barrionuevo y le informó, al igual que a Vera, que sería conveniente quedarse con Marey unos días, lo que el entonces ministro y Vera autorizaron, por l que Sancristóbal y el ex dirigente de los socialistas vizcaínos redactaron los posteriores comunicados reinvidicativos de la acción.

El ex director de la Seguridad también señaló de nuevo que el dinero que se utilizó para financiar esta operación, que ascendió a un millón de francos, se lo dio Vera en su despacho oficial en Madrid, entregándole directamente un maletín.

Afirmó que dicho dinero procedía de los fondos reservados de Interior y que él posteriormente se lo entregó al ex policía José Aedo para que éste pagase a los mercenarios que realizaron el secuestro.

Según los abogados presentes en la declaración, Sancristóbal se autoinculpó en otro delito al asegurar que autorizó la colocación por parte de mercenarios de artefactos explosivos en el sur de Francia.

Agregó que Alvarez entregó una de esas bombas a los mercenarios para que la colocasen en un bar del sur de Francia, aunque luego revocó la autorización, por lo que el atentado no se produjo.

En su anterior declaración anteGarzón, Sancristóbal reconoció que autorizó que Alvarez entregase a unos mercenarios un artefacto explosivo para colocarlo en un establecimiento público en el sur de Francia, aunque señaló que advirtió que la colocación debía hacerse con la intención de producir estragos y sin causar víctimas.