GAL. EL OBISPO SETIEN ESTUVO EN EL PUNTO DE MIRA DE LOS GAL EN ENERO Y MAYO DE 1985, SEGUN EL PERIODISTA ALVARO BAEZA
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El `GAL rojo', formado por mercenarios de la OAS pagados y subvencionados tanto por la policía española como por un grupo de empresarios que lucharon contra ETA, preparó dos atentados frustrados contra el obispo de San Sebastián, José María Setién.
Este dato figura en un libro de próxima aparición, "GAL: crimen de Esado, el gran secreto de los fondos reservados", cuyo autor es el periodista Alvaro Baeza.
Siempre según la versión que aporta Baeza, en una reunión celebrada a mediados de octubre de 1984 en el restaurante marbellí `El Príncipe`, policías españoles y miembros de los GAL hablaron de atentar contra Setién por su continuo apoyo a los refugiados vascos en el `santuario' francés y por su comportamiento en los funerales y entierros de policías.
En esa reunión, a la que, según Baeza, acudieron también ls ex policías José Amedo y Michel Domínguez, alguien comentó que estaban "hasta los cojones del obispo etarra Setién" y se afirmó que "no había nadie capaz de cerrar la boca para siempre al tal obispo etarra".
La idea viajó de Marbella al mismo San Sebastián para tomar forma en una reunión que se celebró un mes más tarde en el Hotel Londres. El encargado de montar el operativo para el asesinato fue Jean Phillippe Labade, alias `George Márchez' para los GAL, que estudió el caso con George Mendaille, Roland San Pietro y Robert La Croix. Estos pasaron la idea al comando ejecutor, formado por los mercenarios de la OAS Jean Rossen, Carlo Di Trotta y Mario Del Monte.
De esta forma, el operativo "Obispo Etarra, Operación Donostia" quedó listo para el 28 de enero de 1985, atentado que no se pudo activar, ya que por entonces el obispo Setién no se encontraba en el País Vasco.
Posteriormente, en una reunión de mayo de 1985, a la que también acudió Amedo, se decide intentar de nuevo el asesinato de Setin, que esta vez se fijó para junio de ese mismo año.
Sin embargo, explica Baeza, la operación, que había sido planificada por el miembros de la OAS Paul Iter con la ayuda de Mario Del Monte y Carlo Tovallina, "falló por la imprudencia de uno de los mercenarios", Di Trotta, que olvidó una maleta con dos fusiles de mira telescópica en un hotel de Biarritz donde se hospedaba y que fue hallada por la Policía francesa.
(SERVIMEDIA)
28 Ago 1995
VBR