El juez Moreno adoptó esta decisión después de que Brescia se negase hoy a declarar ante e magistrado, quien le había citado como imputado por esos hechos.

Según las citadas fuentes, durante su comparecencia ante el magistrado, el presunto miembro de los GAL alegó no encontrarse en condiciones físicas para prestar declaración, por lo que el juez acordó que fuese reconocido por un médico forense de la Audiencia Nacional.

El forense, tras realizar un examen del imputado en el que observó que Brescia padece diabetes, dictaminó, sin embargo, que el presunto GAL se encontraba en condicione físicas para prestar declaración, a lo que éste finalmente se negó, amparándose en su derecho constitucional a no declarar.

Tras la diligencia, el juez Moreno decretó su traslado a la cárcel de Carabanchel, aunque podría ser ingresado en el hospital penitenciario, según dijo su abogada, Mar Vega Mayo, quien se negó a dar más detalles sobre la causa alegando que se encuentra bajo secreto del sumario. No obstante, anunció que interpondrá un recurso contra el auto de prisión.

La citación de Bresciase produjo como consecuencia de una comisión rogatoria cursada por la justicia francesa, que acusa al presunto GAL, de profesión camionero, de los asesinatos de los ciudadanos franceses Christophe Machicotte y Catherine Brion ocurridos en la localidad francesa de Bidarray el 17 de febrero de 1986.

Al parecer, estas dos personas fueron asesinadas por error por mercenarios de los GAL, organización que tres días después emitió un comunicado reconociendo que se habían equivocado de objetivo.

Brescia ue identificado como una de las personas que dispararon sobre las dos víctimas por dos testigos, uno de los cuales aseguró a las autoridades francesas que el camionero le confesó cómo había cometido los dos asesinatos. Estas declaraciones provocaron que la justicia francesa le procesara por asesinato y tenencia ilícita de armas y cursase una orden internacional de busca y captura.

El pasado mes de febrero, tras conocer que estaba reclamado por la justicia francesa, Brescia se presentó voluntariamente nte la Guardia Civil de Logroño, ante la que se autoinculpó de sacar miles de millones de pesetas de España procedentes, supuestamente, de los fondos reservados y cuyo destino era, al parecer, el pago a los miembros de los GAL en Francia.