Rodríguez Ibarra hizo estas declaraciones tras su toma de posesión como presidente autónomico, en un acto al que acudieron el vicesecretario general del PSOE, Alfoso Guerra, y los ministros José Borrell y Joan Lerma, que no quisieron hacer declaraciones sobre el "caso GAL" aduciendo el secreto que pesa sobre el sumario del caso.

El presidente extremeño aseguró que él está convencido de la falsedad de las imputaciones de García Damborenea porque en 1987 éste le aseguró que no estuvo implicado en el GAL y que nadie del Gobierno tenía "nada que ver" en el asunto.

Según Rodríguez Ibarra, García Damborenea le explicó además que si él o alguien del Gobierno estuiera metido en el GAL, "jamás estas cosas se le cuentan al que mandan", que en este caso era Felipe González.

Por eso, agregó, le han extrañado las acusaciones de García Damborenea, que él atribuyó a una estrategia que se basa en la idea de que "cuanto más alto apunten, más eluden su responsabilidad".

Agregó que toda la avalancha de acusaciones está planificada porque siempre se limita al "caso Marey", cuyas responsabilidades podrían prescribir.