GAL. DOS EX AGENTES DE INTXAURRONDO OFRECEN UNA COARTADA A UNO DE LOS PRESUNTOS SECUESTRADORES Y ASESINOS DE LASA Y ZABALA
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Los ex agentes de Intxaurrondo Fidel del Hoyo y Angel Vaquero ofrecieron hoy una coartada a Enrique Dorado Villalobos, uno de los principales sospechosos del secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, durate su comparecencia como testigos ante el juez Javier Gómez de Liaño.
Ambos ex agentes de la comandancia de San Sebastián, que eran superiores de Dorado Villalobos en la época en que sucedieron los hechos, afirmaron al magistrado que Dorado permaneció en la noche en la que fueron secuestrados Lasa y Zabala con ellos realizando un atestado de un atentado que se había perpetrado contra agentes de la Guardia Civil en Guipúzcoa.
Del Hoyo y Vaquero, que sin embargo no se acordaban de otros detalles, aeguraron que vieron a Dorado Villalobos en la noche del 15 de octubre de 1983 en el lugar de dicho atentado, en el que murió un guardia civil y resultaron heridos otros dos agentes, ocurrido en una carretera cercana a Oñate.
El abogado de Dorado Villalobos, Jorge Argote, indicó que era "normal" que el agente se desplazara a los lugares donde se cometían atentados, dado que en aquel momento "era un hombre importante en los servicios de información" y tenía mucha experiencia para realizar atestados y coprobar que no existieran bombas-trampas en las proximidades.
Esta nueva versión, según Argote, "descuadra" el auto de procesamiento dictado por Gómez de Liaño contra Dorado Villalobos, al que acusó de haberse desplazado junto con Felipe Bayo a Bayona (Francia) esa noche para secuestrar a los presuntos etarras. Los testigos, sin embargo, no mencionaron en ningún momento a Bayo.
Para la abogada de la acción popular, Angeles López, estas declaraciones son "sorprendentes", dado que en ningún momento orado Villalobos aseguró al juez encontrarse en ese lugar la noche del secuestro.
Argote denunció, por otra parte, que las preguntas hechas por el juez a los testigos iban dirigidas a ponerles nerviosos y buscar contradicciones, "cosa que no he visto que ocurra por ejemplo con el señor López Carrillo", principal testigo de cargo en el caso.
(SERVIMEDIA)
27 Mayo 1996
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