Durante sus dos primeras horas de declaración, Barrionuevo contestó a todas las pregunas formuladas por el juez instructor, el fiscal, la acción popular y la acusación particular, excepto una considerada impertinente por el juez Móner relativa al 'caso Lasa y Zabala'.

Según los letrados asistentes a la declaración, durante la misma Barrionuevo insistió en que no tuvo conocimiento del secuestro de Segundo Marey ni con anterioridad ni con posterioridad a que se produjese, y no pudo precisar por qué vía se enteró del mismo, lo que, para la acción popular, es contradictorio con la declaracón de Rafael Vera, quien aseguró haberse enterado a través de las autoridades francesas.

Barrionuevo reconoció haber mantenido conversaciones con Julián Sancristóbal, pero en contra de la versión de éste, que dijo que telefoneó al ex ministro para informarle del secuestro de Marey, señaló que dichas conversaciones no versaron sobre ningún hecho delictivo, aunque no pudo recordar el contenido preciso de las mismas.

El ex ministro, sin embargo, sí justificó la detención en Francia de personas reclaadas por la Justicia española, como fue el intento de secuestro del etarra Larretxea.

En este sentido, los abogados señalaron que Barrionuevo asumió la responsabilidad política de dicha acción, que, a su juicio, era legal, aunque precisó que tampoco participó en la operación, sino que tuvo conocimiento después.

Al respecto, el abogado de la acción popular, José Luis Galán, dijo que Barrionuevo comparó el intento de secuestro de Larretxea con la detención de Luis Roldán en Laos, diciendo que si er legal la captura de españoles en países asiáticos, también era legal la detención de españoles en Francia reclamados por la Justicia.

El abogado de Barrionuevo, Pablo Jiménez de Parga, dijo sobre este intento de secuestro que el ex ministro negó que esa acción tenga relación con los hechos investigados por el Tribunal Supremo sobre los GAL, ya que fue una operación aislada de la que se disponía una información muy concreta y que fue realizada para evitar el asesinato de un militar, que finalmente se rodujo.

El ex ministro negó, por otra parte, haber tenido firma en los fondos reservados, sobre los que dijo que no sabe si fueron utilizados indebidamente, aunque cree que no.

Jiménez de Parga también indicó que Barrionuevo consideró que las manifestaciones de algunos de los procesados que le inculpan tuvieron la finalidad de lograr su libertad, dado que se encontraban en prisión.

Agregó que Barrionuevo insistió en lo que viene declarando, es decir, que nunca consintió ni ordenó acciones ilgales. A su juicio, el ex ministro ha estado "contundente" en sus respuestas y ha aportado datos que avalan las negaciones sobre su implicación en estos hechos.

Por su parte, Manuel Murillo, abogado de Franciso Alvarez, destacó que Barrionuevo no admitió ninguna responsabildad suya en las acciones de los policías y subordinados implicados en el 'caso GAL', de los que dijo que si hicieron alguna acción ilegal fue por su cuenta.

A su juicio, el ex ministro sólo ha aportado "oscuridad" con sus respustas, la mayoría de ellas negaciones a los hechos que se le imputan, diciendo que está limpio y ha sido una persona engañada. "Yo después de haberle oido dudo mucho que haya sido ministro", señaló Murillo.