Para Juan Carlos Trujillo, jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona y uno de los coordinadores del proyecto Cassandra, es fundamental “ampliar la batería de biomarcadores, por ejemplo, revisando los nódulos pulmonares para mejorar la detección de cáncer de pulmón, además de lograr la equidad, algo que actualmente no existe". Esto significa, "que los pacientes puedan acceder a las pruebas diagnósticas y todos los tratamientos independientemente de su código postal".

El objetivo es "empezar a tratar pacientes no tumores", ya que el diagnóstico precoz ampliaría las terapias disponibles para el tratamiento del cáncer de pulmón, al aplicar la nueva medicina personalizada, según explicó el doctor Trujillo, quien también es director de Proyectos Integrados de Investigación en Oncología Torácica en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

El cáncer de pulmón es el tercer tumor más frecuente en España, tanto en hombres como en mujeres, además del cáncer con mayor mortalidad global. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) calcula que en 2023 se diagnosticarán 31.282 casos de cáncer de pulmón, frente a los 30.948 de 2022.

LLEGAR A LOS FUMADORES PASIVOS

Por otra parte, la clave para la doctora Isabel Portillo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Servicio Vasco de Salud y coordinadora del grupo de trabajo de diagnóstico precoz de cáncer en la Sociedad Española de Epidemiología, es poner en marcha "proyectos piloto para cáncer de pulmón" que ofrezcan resultados fiables.

"No sólo se trata de combinar factores de riesgo como lo ambientales o biológicos, sino que tenemos que hacer proyectos piloto para llegar paciente de cáncer que es fumador pasivo, o a la persona expuesta al radón, que es otro factor de riego de cáncer de pulmón. No nos podemos centrar sólo en las personas fumadoras", señaló la especialista, quien también coordinadora del grupo de trabajo de diagnóstico precoz de cáncer en la Sociedad Española de Epidemiología.

Por ello, abogó también por "hacer el screening con mucha calidad para evitar complicaciones, además de eliminar las posibilidades de falsos negativos y falsos positivos".

"La prueba de cribado de cáncer de pulmón tiene que ser simple, segura, además de cumplir toda una serie de cumplir unos requisitos. El coste de los cribados tiene que ser equilibrado, porque además de salvar vidas debe ser factible para que el SNS puedan sostenerlo", destacó Adrián Aguinagalde, jefe de servicio de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Información Sanitaria de Guipúzcoa.

Añadió que "además, un criterio en el caso del cáncer de pulmón tiene que haber intervenciones en prevención primaria, lo que significa más campañas de prevención del tabaquismo". A este respecto, los expertos destacaron a alta tasa de fumadores en España, especialmente la juvenil. "Se habla con 19,8% de la población española fuma a diario, pero si lo acotamos a franjas de edad, el tabaquismo juvenil preocupa todavía más, por lo que la prevención primaria es mejorable en España", remachó el doctor Trujillo.