Así lo indica el orden del día previsto por la comisión, que tendrá que elaborar un dictamen del texto que, de ser aprobado, pasará posteriormente al Pleno de la Cámara Baja, previsiblemente para el 14 de marzo, según indicaron fuentes educativas a Servimedia.

Con ello se retoma el trámite de esta normativa que resultó paralizado el año pasado por el adelanto de la convocatoria de las elecciones generales y la consiguiente disolución de las Cortes.

Tanto el pasado año como ahora, el texto está acompañado por las críticas del sector, que también se manifiestan en el número de enmiendas que se han presentado ante la citada comisión, más de 300.

Entre otros orígenes, la futura ley ha recibido el azote de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) porque parece que "no recoge para estas titulaciones la exigencia de las mismas garantías que las requeridas para la oferta de titulaciones del sistema universitario".

También la Federación de Enseñanza de CCOO se ha pronunciado al respecto. Aunque ha asegurado que "no rechaza frontalmente" la Ley de Enseñanzas Artísticas Superiores, en su segundo intento de trámite legislativo, considera que "sigue sin encauzar algunos temas de gran relevancia". Por ejemplo, es "un avance positivo la creación de un cuerpo de profesorado específico, aunque queda pendiente definir todavía cómo será en la práctica su régimen de dedicación".

HOMOLOGACIÓN A EUROPA

La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, argumentó a mediados de enero, cuando el Consejo de Ministros volvió a impulsar la propuesta, que era necesaria para que quienes estudien estas disciplinas tengan la misma homologación que en otros países europeos.

Según dijo entonces Alegría, la nueva propuesta "recoge un importantísimo consenso, también en este caso de las diferentes fuerzas políticas y de los primeros interesados de que se apruebe este ley", dijo en referencia a los 140.000 estudiantes y 14.000 docentes "que llevan muchos años" esperando un nuevo marco normativo. En concreto, Alegría aludió a que desde 1990, cuando se aprobó la ley educativa socialista Logse, "no había normativa básica para estas enseñanzas".

La ministra puso de ejemplo el caso de "un estudiante que hoy esté cursando un grado superior de piano", que "podrá moverse con las mismas garantías, que un estudiante de cualquiera de los Estados miembro" de la UE y "tendrá la misma homologación". Asimismo, los estudiantes recibirán "una beca similar a la de los estudiantes universitarios" y los profesores podrán acogerse a una nueva ordenación de "las distintas figuras" que se establecerán.

Según la ministra portavoz, la nueva ley permitirá mejorar las condiciones laborales de un sector "que emplea casi a 700.000 personas", pues "se podrá reconocer y acreditar competencias y experiencia de muchos de estos trabajadores" para "que puedan mejorar su promoción profesional y se les reconozca una titulación profesional".

Tras su trámite en el Congreso, el texto que vaya prosperando llegará al Senado, por lo que la nueva ley podría estar aprobada esta primavera.