Así lo dijo Corral durante su intervención en la Junta General de Accionistas que el banco celebra hoy en Málaga y en la que somete a votación el nombramiento de cuatro consejeros dominicales, a propuesta de la Fundación, y otros dos independientes, a los que votará en contra la Fundación.

Corral confirmó ese voto negativo y explicó que la labor de la Fundación es “velar por que Unicaja Banco mantenga sólidos procedimientos de gobierno corporativo”.

Como principal accionista con un 30,2% del capital, la Fundación “debe procurar que la actividad financiera esté al servicio de la economía real y se adapte al tradicional modelo de banca comercial”, para lo que también es “fundamental un adecuado clima laboral”, afirmó Corral.

También apuntó que la Fundación “como sucesora de Unicaja Banco está llamada a preservar como albacea estricto y riguroso el gran legado histórico” y defendió que la entidad “no pierda el perfil corporativo tradicional” de estar vinculado al territorio, centrado en el negocio minorista, ofrecer rentabilidad y una gestión “prudente”.

“Está previsto que en los próximos meses el banco adapte su modelo de gobernanza ante proyecto de fusión con Liberbank” y en ese marco, Corral prometió que la Fundación “coadyuvará a la toma de decisiones que vayan orientadas a la mejora del modelo de negocio y de la gobernanza de Unicaja”, en pro de una “gestión sana y prudente de la entidad, único objetivo de las decisiones adoptadas”.

Además de la Fundación, tomaron la palabra varios representantes de sindicatos que se quejaron de las condiciones laborales y accionistas minoritarios, que en algún caso pidieron la dimisión del consejero delegado, Manuel Menéndez.