La inversión se destinará principalmente a mejorar la accesibilidad de los edificios a través de la supresión de barreras arquitectónicas, la adaptación de los servicios sanitarios y la dotación de material didáctico en braille para ciegos y deficientes visuales.

Los monumentos que se acondicionarán gracias a este acuerdo son el Monasterio de Sant Cugat del Vallès, en el que está previsto que finalicen las obra ya iniciadas; la colegiata de San Vicenç de Cardona; el mausoleo de Centcelles, en Constantí; el yacimiento arqueológico de los Munts, en Altafulla, y el castillo-monasterio de Escornalbou, en Riudecanyes.

El convenio suscrito hoy, que tendrá una vigencia de dos años, renueva otro firmado entre las mismas entidades en 1994 que ha permitido la adaptación de cuatro monumentos para el acceso de discapacitados.

Hasta el momento, la Fundación ONCE y la Generalitat han acondicionado la catedral Seu Vela de Lleida, del siglo XII; el convento de St. Bertomeu de Bellpuig, también en Lleida, del siglo XVI; la canónica de Santa María de Vilabertrán, en Girona, del siglo XI; el monasterio de Santes Creu de Tarragona, del siglo XII, y el inicio de la adaptación del Monasterio de Sant Cugat del Vallès.

La adaptación de estos monumentos se realizará respetando en cada caso la estructura y la imagen de los edificios, así como sus valores históricos y artísticos.