El propio Carlos Cano realizó el anuncio en el pregón de fiestas de Orgiva (capital de la Alpujarra granadina), en cuyo término municipal se ubica el cortijo de "la Rehoya".

En su poético discurso, el popular cantante mostró entusiamo por esa primera iniciativa de la fundación, y se refirió a esos niños como "hijos del desierto y de la luna, del viento y de la arena".

Cano expresó públiamente su deseo de que no se confundiera esa iniciativa con caridad, sino dijo estar hablando de "razones para la vida, por la dignidad y los derechos humanos". El proyecto irá destinado a niños del Sáhara entre 6 y 14 años, que "sufren las miserias de la guerra":

Tras la reconstrucción del cortijo andaluz, el proyecto contempla la creación de un "lugar de solidaridad". Los niños y adolescentes permanecerán allí durante unos 6 meses en lo que pretende convertirse en un "hogar, no en un hospital en potncia".

Según las explicaciones del cantante, el cortijo será convertido en una residencia donde los niños puedan estudiar, jugar y vivir normalmente, "como cualquier otro niños nuestro", señaló.

"Queremos que se lleven de nosotros y recuerdo de cariño, pues, en definitiva, tenemos unos mismos antepasados", concluyó el cantautor.