Así lo pone de manifiesto el informe anual del Teléfono/Chat de la fundación presentado este jueves en Madrid, que alerta del “preocupante incremento” de las consultas relativas a problemas de salud mental por parte de niños y adolescentes.

Según el director de Programas de Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, los casos de violencia contra menores siguen siendo los principales motivos de consulta en las líneas de ayuda de la fundación, aunque a raíz de la pandemia de la covid-19 se aprecia un “alarmante repunte de los problemas de salud mental” entre los más jóvenes.

De hecho, en 2021, estos representaron ya el 32,5% de todas las peticiones de ayuda realizadas por parte de niños y adolescentes, con un incremento del 54,6% respecto a 2020.

IDEAS SUICIDAS

En total, se recibieron 7.770 consultas por ideaciones suicidas e intentos de suicidio, lo que significa que estos problemas se han multiplicado por 18,8 durante la última década. La intervención de Fundación ANAR permitió que 4.542 niños y adolescentes pudieran salvar sus vidas, apuntó.

El informe también destaca que las autolesiones se han multiplicado por 56 en los últimos 13 años, pasando de 57 casos atendidos en 2009 a 2.200 en 2021. Por su parte, los trastornos de alimentación crecieron un 154,7% en 2021; los casos de duelo mal resuelto, un 138,9%; los síntomas depresivos subieron un 31,5%; las consultas sobre adicciones, un 51%; las relativas a baja autoestima, un 27,9%, y los problemas de ansiedad crecieron un 25,6%.

Según el informe, el 52,2% de los menores que realizaron consultas relativas a problemas de salud mental vivían a su vez en hogares donde los adultos también presentaban estos trastornos.

Entre las posibles causas de este incremento, Ballesteros apuntó a “la “soledad acompañada producida por las nuevas formas de comunicación y las tecnologías; la falta de referentes emocionales; los problemas de comunicación; la mayor exposición a la violencia, y otras preocupaciones relacionadas con la actualidad” como pueden ser el coronavirus o la reciente invasión de Ucrania. Estas “incertidumbres hacen aumentar la frustración, la desmotivación, la ansiedad y, en ocasiones, la desesperanza en los menores”, advirtió.

VIOLENCIA

En cuanto a la violencia contra los niños y adolescentes, en 2021 se registraron 8.565 consultas, lo que implica un aumento del 36,8% respecto al año anterior. También empeoraron la gravedad, urgencia y frecuencia de los casos denunciados y subieron las víctimas de violencia de género atendidas en la fundación, con un incremento del 49,5% en el último año. Fueron un total de 3.440 adolescentes, de las que más del 43% no eran conscientes de estar sufriendo ningún tipo de maltrato. Asimismo, la fundación pasó de atender 717 consultas por abusos sexuales en 2020 a 1.297 en 2021, es decir, un 80,9% más.

Para Diana Díaz, directora de las líneas de ayuda de ANAR, la mayor difusión de estas noticias en los medios y las iniciativas puestas en marcha por la fundación, como la publicación de un informe específico en febrero y su movimiento en redes sociales, “han hecho aumentar la concienciación social” y conseguido que más menores y adultos denuncien.