LOS FUNCIONARIOS DE LA XUNTA TENDRAN QUE TOMAR CAFE EN TURNOS FIJOS Y CONTROLADOS
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La Xunta de Galicia está poniendo en marcha en los servicios centrales de la administración autonómica, en Santiago de Compostela, un sistema para controlar las salidas de sus funcionarios, cerca de dos mil, obligándolos a elegir u turno fijo para disfrutar los 20 minutos de descanso a que tienen derecho cada día.
Representantes sindicales mostraron su acuerdo sobre la necesidad de controlar el cumplimiento de los horarios, pero apuntaron a Servimedia que los turnos fijos son irracionales y pueden perjudicar al funcionamiento de la administración y al nivel de atención a los ciudadanos.
Fuentes de la junta de personal de los servicios administrativos centrales estimaron que la medida de la Xunta para vigilar con horarios fjos la salida de los funcionarios a tomar café está adoptada "de cara a la galería", para hacer ver que se controla al personal, pero carece, a su juicio, de toda racionalidad e efectividad.
También denunciaron que la medida es discriminatoria en tanto que se aplica sólo en los servicios centrales, convertido en "escaparate" hacia los medios de comunicación y el ciudadano, mientras que en las delegaciones provinciales de la Xunta no existe control de entradas y salidas.
Los representantes de los uncionarios de la Xunta dejaron claro su acuerdo con el control de horarios para que los funcionarios cumplan con su obligación, pero afirmaron que establecer horarios fijos para disfrutar de los 20 minutos -30 para el personal laboral- de la hora del café, puede suponer que el trabajador tenga que optar entre "quedarse sin el recreo" o dejar desatendido al público en determinados momentos.
"La afluencia del ciudadano ante la administración no es constante, y las salidas de los funcionarios deberían poducirse en función de las necesidades del servicio y bajo el control de los jefes de servicio. Con este se le invita a que salga a su hora aunque tenga cola delante de su mesa o su ventanilla", indicaron.
En opinión de estos mismos portavoces de los trabajadores, la nueva medida está sin duda dictada por un "pronto" de Fraga tras pasar algún día junto a la cafetería de la Xunta y observar que había demasiada gente.
"Estamos a favor del control del tiempo de salida, pero la rigidez puede perjudicr el funcionamiento de la administración y a los ciudadanos". También apuntaron que la medida pone de relieve que la Xunta no se fía de sus jefes intermedios, que deberían ser los encargados de controlar al personal en cada departamento.
En función de la nueva orden, ya dictada a las jefaturas de servicio, cada funcionario debe elegir una hora fija para disfrutar de sus minutos de descanso diario. En la orden se advierte que habrá inspectores volantes para comprobar que ningún funcionario abandona su uesto fuera de su turno. En la nota interior repartida estos días se admite que en general el funcionariado cumple, pero que es preciso corregir una progresiva tendencia al absentismo.
En versión de los sindicatos más representativos del funcionariado, la inspección de servicios debería investigar las incompatibilidades en que puedan incurrir los cargos intermedios, altos cargos y funcionarios o las irregularidades de procesos selectivos, en vez de emplearse en vigilar si los funcionarios se movilizano aplicar fórmulas de control que parecen encaminadas a entorpecer el funcionamiento de la administración.
(SERVIMEDIA)
17 Mayo 1994
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