Según detalló la entidad, Baleares (+9,9%) y Canarias (+7,8%) serán las regiones con mayores incrementos de PIB, gracias “a la normalización del turismo nacional e internacional”. Pese a que estas regiones fueron también las que lideraron el crecimiento en 2021, aún se mantendrán como las más alejadas del nivel de PIB anterior a la pandemia, debido al fuerte retroceso registrado durante 2020.

Por el contrario, Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha serán las comunidades con menores crecimientos este año, en torno al 3,3%, por debajo del crecimiento medio del 4,2% que Funcas estima para el conjunto de España.

Esto se debe a que estas comunidades, menos expuestas al turismo exterior, con un sector industrial más débil y un peso elevado de la agricultura, tuvieron caídas menores en 2020, por lo que el efecto rebote en la recuperación también es más reducido.

MENOS EXPUESTAS

También estarán por debajo de dicha media Madrid (+4,1%), Asturias (+4%), País Vasco (+3,9%), Galicia (+3,8%), Navarra (+3,6%), Murcia (+3,5%), La Rioja (+3,5%), mientras que Andalucía (+4,4%) estará por encima y Cataluña y Comunidad Valenciana se situarán en la media.

Esto se debe a que estas comunidades, menos expuestas al turismo exterior, con un sector industrial más débil y un peso elevado de la agricultura, tuvieron caídas menores en 2020, por lo que el efecto rebote en la recuperación también es más reducido.

Sobre la recuperación del nivel de PIB anterior a la pandemia, Funcas apuntó que ninguna comunidad lo alcanzará aún en 2022, siendo Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia las que estarán más cerca de lograrlo.

Funcas detalló que “el impacto del efecto rebote derivado de la normalización posterior al confinamiento y a la eliminación de las restricciones es menos acusado que al inicio de la recuperación".

Asimismo, advirtió que varios factores afectan negativamente a la actividad económica, como son “el incremento de los costes de producción, la escasez de suministros industriales, el aumento de la inflación, que reduce la capacidad de gasto de las familias, la incertidumbre derivada del conflicto bélico y la subida de tipos de interés prevista para la segunda mitad del año”.