En su valoración del dato publicado por el INE, Funcas resaltó que la bajada de la inflación en enero se debió fundamentalmente “a un efecto escalón a la baja en la electricidad, consecuencia de un fuerte encarecimiento en enero del año pasado, mientras que en enero de este año sufrió un descenso”.

En concreto, destacó que los productos energéticos redujeron su tasa de inflación hasta el 33% por esa caída de la electricidad, compensando el encarecimiento del gas y los combustibles, mientras que el incremento de la inflación subyacente -que subió tres décimas en enero, hasta el 2,4%- se concentró en los bienes, y, en menor medida, en los alimentos elaborados.

De cara a su previsión de inflación para el resto de 2022, Funcas baraja un escenario central basado en la hipótesis del mantenimiento del precio del petróleo en el nivel más reciente hasta finales de marzo y un descenso progresivo en los meses posteriores hasta 80 dólares. Además, también supone que el precio de la electricidad se mantenga estable hasta abril y luego caiga en línea con lo esperado en los mercados de futuros.

Bajo estas hipótesis, Funcas estima que la tasa de inflación subirá de nuevo en febrero hasta el 7,1%, y de media anual se situará en el 4,6%, frente al 3,7% de su previsión anterior, mientras que la interanual se situaría en diciembre en el 1,2%. En cuanto a la tasa media anual subyacente, prevé que sea del 2,3%, frente al 2,1% de su previsión anterior.