Frutos presentó hoy en rueda de prensa su candidatura a la sucesión de Julio Anguita rechazando la "visión catastrofista" que algunos dirigentes pronostican sobre futuro político de la formación.

"Estoy convencido de que, tras la VI Asamblea Federal, en los próximos dos años, IU habrá salido d sus dificultades actuales, se habrá fortalecido y recuperará su fuerza política y electoral", dijo en rotundidad.

Explicó que ha decidido dar el paso de presentarse a coordinador general porque considera que su persona "podría servir para conciliar diversos intereses contrapuestos" y que ayudaría a "sacar las castañas del fuego" ante la "difícil situación" en la que IU se encuentra.

No quiso argumentar ningún elemento diferenciador de su candidatura respecto de la del coordinador de Asturias, Gapar Llamazares, y de la del diputado andaluz Luis Carlos Rejón, y definió su propuesta de "unitaria e integradora".

En este punto, Frutos anunció que el equipo de dirección que pretende será colectivo, sin personalismos, "todo lo renovado posible" y anunció que prescindirá de los "dirigentes ineptos, sean jóvenes o viejos".

Según el portavoz parlamentario, los futuros dirigentes de IU deberán mantener una "actitud sosegada, no compulsiva" para que la dirección federal sea "cohesionada, democrátic, peleona hacia afuera, no hacia dentro, y que no se arrugue ante las adversidades del momento".

DEFENSOR DE LAS ALIANZAS

Frutos lanzó hoy su candidatura con la apuesta firme de intentar en la medida de lo posible los acuerdos en la izquierda de nuestro país, especialmente con el PSOE.

Como ya realizó durante la pasada campaña electoral, el secretario general del PCE defendió los pactos con el Partido Socialista siempre que se basen en políticas concretas y no, como sucedió antes del 12-M, "par echar a Aznar de La Moncloa y con frases grandilocuentes y chascarrillos, pero sin una política y un programa detrás".

Respecto al entendimiento de IU con la acual dirección socialista, Frutos afirmó que no será posible si continua predominando las "actitudes de desprecio y sectarias" hacia la coalición.