Para 2006, y gracias al aumento continuado de los radares instalados en las carreteras, el Estado francés espera recaudar 240 millones de euros en multas. En las carreteras galas funcionaban a finales del año pasado 700 radares fijos y 300 móviles, y está previsto colocar otros 500 más a lo largo de 2006.

Diariamente se imponen una media de 50 multas por radar en Francia. El 60% de los ingresos conseguidos en el año en curso servirán para la compra de nuevos radares y el mantenimiento de los existentes.

Las multas de tráfico no encuentran mucha contestación en el país vecino, que ha conseguido gracias a los radares y al carné por puntos un descenso espectacular en las cifras de muertos en carretera. De hecho, de los 4,1 millones de notificaciones de multa emitidas en 2005, sólo un 3% fueron impugnadas.