FRAGA PIDE AYUDA PARA RUANDA EN LA OFRENDA AL APOSTOL SANTIAGO
- El arzobispo Rouco Varela afirma que laaceptación social del aborto es lo más grave del siglo actual
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, presentó hoy en la cetedral compostela, y en nombre del Rey Juan Carlos, la ofrenda de España al Apóstol Santiago, en la que reclamó el favor del santo para todos los pueblos de la Unión Europea.
Fraga pidió al patrón de España paz y trabajo y clamó contra la crisis de los valores morales, hasta el punto de comparar los incendios forestales en Epaña con otros "incendios morales que ponen en juego la vida de los más inermes". También tuvo un recuerdo para la difícil situación de Ruanda, aludida también por el arzobispo de Santiago en su respuesta a la ofrenda regia.
Esta es la segunda ofrenda nacional que realiza Manuel Fraga en nombre del Rey, que realizó personalmente la del año pasado, durante el día grande del Xacobeo 93, mientras que la de 1992 fue realizada por el príncipe Felipe. Asistió al acto, como invitado especial, el presidente d Uruguay, Luis Alberto Lacalle, que esta tarde recibirá la medalla de Oro de Galicia. Previamente, el titular de la Xunta presidió una parada militar en la plaza del Obradoiro. Posteriormente, todas las autoridades participaron en una recepción en el Ayuntamiento de Santiago.
Fraga inició sus ruegos al apostol pidiendo paz y trabajo para Galicia: "Paz en los espiritus y las conciencias, paz en las familias y en los pueblos, paz entre comarcas y grupos sociales, paz en la moral y en las costumbres, contodos y para todos".
En relación con el trabajo, Fraga constató en su ofrenda que los gallegos y los españoles sufren altos índices de desempleo, de los mayores de Europa. Definió la situación como "un drama terrible para los afectados, sus familias, sus regiones y la sociedad entera. Todos los esfuerzos para resolver tan grave problema serán pocos", y pidió el respaldo del Apóstol en el empeño.
Fraga pidió especialmente apoyo del patrón de España para los jóvenes, que sufren de manera especial e fantasma del paro futuro, y que están "expuestos a tentaciones de todas clases, en particular a esa, abominable, de las drogas, alimentada con negocios demoníacos".
El presidente de la Xunta realizó parte de su ofrenda en gallego y dejó constancia del orgullo y satisfacción de Galicia por su pasado y su futuro, "garantizado por su estatuto de nacionalidad histórica, previamente integrada en España y dispuesta a desempeñar en Europa un papel protagonista que ya ha desempeñado en otros momentos de la hstoria", en gran parte por el Camino Jacobeo, subrayó.
Fraga destacó que los actuales son momentos de gran crisis moral y económica en Galicia, España y Europa y apuntó que las dificultades con que se desarrolla el tratado de la Unión Europea "tienen que ver con el egoísmo y la insolidaridad, la desmoralización y el materialismo que debilita a tantos grupos sociales del continente".
El delegado regio apuntó que la conflictividad y los incendios forestales que asolan a España en estos momentos "so como un símbolo de otros conflictos e incendios morales que ponen en juego la vida de los más inermes y más marginados y amenazan nuestro desarrollo político y social".
Fraga lamentó el descenso de la natalidad y calificó de plagas las crisis familiar y laboral: "Flagelan a nuestra sociedad, también a la gallega, delatan la debilitación de una ética tradicional que hizo a nuestros mayores tan ejemplares".
Manuel Fraga pidió la protección del Apóstol Santiago para todos los pueblos de la Unión Euopea, especialmente a España y dentro de ella a Galicia. Pidió al patrón que aparte de estos pueblos "las guerras nacionalistas que flagelan una parte del continente europeo. Líbranos del paro, la drogadicción, el terrorismo, la corrupción y otras plagas que los enferman", añadió.
También reclamó respaldo para los demás pueblos que sufren en el mundo y pidió especial atención para la tragedia actual en Ruanda.
En su respuesta a la ofrenta del delegado regio, el arzobispo de Santiago, monseñor Rouo Varela se refirió a la aceptación social del aborto como lo más grave del siglo XX y criticó la pasividad frente a situaciones como la guerra en Bosnia o Ruanda, o ante el creciente paro, hechos que a su juicio no parecen augurar lo mejor para los próximos años.
El arbispo compostelano estimó imprescindible revivivar la fe cristiana, como camino imprescindible para salir de la actual crisis social y política de Europa. En nuevas alusiones al aborto y la institución familiar, Rouco Varela recordó quees preciso obedecer antes a Dios que a los hombres.
(SERVIMEDIA)
25 Jul 1994
C